EL AMOR no aparecía por ningún sitio. LA LOCURA buscó detrás de cada árbol, bajo cada riachuelo del planeta, en la cima de las montañas, y cuando estaba por darse por vencida divisó un rosal y las rosas...Tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto se escuchó un doloroso grito .
Las espinas habían herido en los ojos AL AMOR.
LA LOCURA no sabía qué hacer para disculparse, lloró, rogó, imploró, pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo. Desde entonces, desde que por primera vez se jugó a las escondidas en la tierra...
El amor es ciego y la locura lo acompaña ~